miércoles, 14 de enero de 2009

Enero 14 de 2009, 1818

Dios, dame cerebro ya que no me diste dignidad.
Entre martinis, terminó siendo la frase de la noche.
Entre martinis y miradas sexys y asesinas que iban y venian por un corredor mas bien transitado y lo suficientemente amplio como para poder ser vistos sin verse.
Recordar como había empezado la historia ya no tenía sentido, porue había empezado como todas, una mirada, el gusto, un beso y la frialdad inexplicable.
Ya ni siquiera las cosas sabían a lo que antes.
Había cosas que perdían el sentido, pero otras, las remplazaban y ganaban espacio.
Otro martini y la frase de la noche sería un excelente epitafio.
Otro martini...
Dos aceitunas mejor y la cuenta.
Para epitafios, las historias ajenas, pero esas son mejores contadas que leídas.

martes, 6 de enero de 2009

Enero 06 de 2009, 1545

Hola.
Estoy en modo furctífero, pero en papel...
Les debo muchas historias y las tengo todas acá, en la cabeza y en un cuadernito que me gusta mucho y me acompaña a mis noches de martinis en el que se ha convertido mi bar de siempre.
Les debo historias...
En estos dìas les cuento.