lunes, 4 de julio de 2016

Diciembre 19 de 2017, 0006

Elucubrar siempre ha sido uno de mis pasatiempos favoritos. Desde que tengo memoria la imaginación ha sido una de mis compañeras permanentes. Es de lo mejor que se puede tener cuando se crece siendo el bicho raro que no encaja, la ñoña del grupo.
Y me quedé con el vicio de pensar, imaginar, profundizar, tomar una idea, una imagen y convertirla en un cuento enorme, perfecto, con inicio, nudo y desenlace.
Pienso tanto en lo que vivo como en lo que no, en los sueños dormida y despierta. Pienso también en las pesadillas... Y todo lo completo, porque aveces las historias terminan sin final, sin conclusiones reales. Aveces los finales son comienzos, los comienzos finales, todo tan mutable, tan variable, tan perfecto e imperfecto a la vez...
Pero a veces terminan como no me gusta y en mi cabeza me la paso haciendo miles de finales alternativos.
Siempre he imaginado qué pasaría de tener una memoria implantable en la cabeza, como tomar fotos con los ojos...
Ahora tengo fotos de cosas, pero ninguna jamas logra todo lo que quiero y las que sí lo logran, no existen para el mundo real.
Seguiré pensando en historias, mientras un día de estos, se inventan la bendita memoria implantable.

Julio 4, 1121

Contar los días felices es fácil, muy fácil. Mucho más que contar cada instante y demorarse horas recordando cada uno.
Aprender sin garrote, sólo con miel, y guardar ese dulce para siempre.
Aprender que cada momento es como leer un libro, saber que se va a acabar algún día y tenerlo en la biblioteca para poder acariciar su lomo de vez en cuando, ojearlo, olerlo y seguir.
Será, tal vez, el secreto enamorarse de todo, de todos, sacarle a cada momento, a cada persona lo más bonito que puedan dar y seguir, sin quedarse con los pies ahí pegados como en cemento.
Sólo gratitud para este libro al que le faltan unas pocas páginas, pero que será uno de mis favoritos para siempre.

domingo, 3 de julio de 2016

Julio 3, 0130

El universo y yo tenemos una conversación pendiente. Juro que hoy lo intenté... despertar con todo lo que llevó tiempo ansiando, vos el vikingo soñado... y que es un tiempo corto, que se acaba, parece un chiste de mal gusto.
Te veo dormir... tu mano en mi pierna y el tiempo corre.
Hay mucho alcohol en mi cuerpo y un ansia cierta en mi alma.
Quedarte... yo no puedo ofrecer más de lo que soy, más que un tiquete a casa. Más que volver alguna vez...
Love me like you do...