martes, 23 de septiembre de 2008

Septiembre 23 de 2008 1100

pPara nadie es un secreto que las palabras pueden con todo, y que podemos decir lo que sea en cualquier momento, sabiendo, o tal vez no, que pronto quedarán deslucidas y condenadas al olvido. Ah, las palabras...
Las palabras, combinadas con música son mucho más peligrosas, se convierten en anclas, en recuerdos que esperamos duren para siempre...
Hoy, les cuento una historia, extrañamente musical.
Por fa, tomarse el tiempo de ver todos los videos, en orden, no importa si los conoces o no, debe disfrutarse con calma
Año 2000, banda sonora de la historia:
Ligth my fire, The Doors

Need you tonight, Inxs

Again, Lenny Kravitz, canción de felicidades y tristezas por años y años

La canción por naturaleza, más que un saludo, un himno para los dos en un bar con nombre de anatomía de santo

Varios años después:
Mensaje de texto
Ella (enamorada): Más y Más, Robi Draco Rosa
Él (a la expectativa, en modo cazador): contigo siempre más y más

Comentario en momento preciso
Él (muy hot): I wanna fuck you like an animal
Ella (más enamorada): ...

Él (borracho): I LOVE YOUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
Ella solo finje dormir y sonríe

Fiesta de matri, comentario al oído
Él: ponle atención a la que sigue...

Ella: ahora sí me morí... que lindoooooooooooooooooooo, como me quiere de mucho (suspiros tras suspiro)
Un mes después, ella recibe una llamada que se le tira el día y los tres días siguientes...
Ella: no lo puede creer, será verdad??? me muero de dolor...
Ni siquiera le salen las lágrimas

Finalmente, como toda historia tiene un fin, esta también. Él se fué, con sus motivos incomprensibles para ella.
Un mail:
Ella: bla, bla, bla...
Archivo adjunto:



Y ahí se acaba la historia. A ella le quedó la tarea de convertir todas y cada una de estas palabras y sus acordes en otros recuerdos, otros menos dolorosos. Tarea complicada, pero con paciencia se logra. Porque las palabras, acompañadas de acordes hacen nidos, echan raíces en lo más profundo del alma y al que las creó ya no le importa, nunca tuvo responsabilidad suficiente para recojerlas a tiempo.

martes, 16 de septiembre de 2008

septiembre 16 de 2008, 1105

Cansada, agotada de tanto limpiar y correr, me acuesto, pero no a dormir. Las amas de casa, duermen poco, se la pasan tratando de ordenar un mundo que no se deja. Recuerdo, entre el reguero de pensamientos, cuentas para pagar, ropa para planchar, uñas descascaradas, que a veces las amas de casa también somos mujeres, eso era algo por lo que mi mamá luchaba como loca y no logró nada, nada de nada, solo un infarto de tanto tinto y cigarrillo (tanto tinto atonta, le decía yo medio muerta de la risa). Pero recordando entonces que también somos mujeres, me pongo a pensar, antes de que el sueño me agarre y las otras vainas me ahoguen, que afuera, cuendo llueve, hay alguien que se acuerda de mí. También me acuerdo que por allá en medio de un mar verde, hay alguien que me recuerda con un mensaje de texto que pone la cara colorada, pero no a mí, a mí por fortuna eso no me pasa. Y pienso también que uno de mis mayores deseos es saber que un sexy desconocido piensa en mí sin conocerme. Que me dibuja cuando pinta con palabras a la mujer de sus sueños. Que no juzga, que admira, que acompaña y que nunca nunca, le va a importar que me huelan las manos a cloro, ni que tenga 2 empleos y que no me pague en ninguno de los dos.
Las amas de casa, también tenemos tiempo para soñar despiertas.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Septiembre 8 de 2008, 0943

Siempre había amado la siesta. Desde que tenía memoría había sido parte de su vida, casi un ritual para partir el día en dos y recomenzar la tarde como un día cortito.
De un tiempo para acá se había inventado un hombre que la acompañaba en esos minutos de sueño. Sabía tocarla donde debía, sabía besarla, acariciarla, mejor dicho, follársela como Dios manda.
Este acompañante vespertino había sido creado a imagen y semejanza de su deseo, no era ninguno de sus amantes, pero tenía un poquito de cada uno, solo un poquito para que el cuadro fuera exitoso.
Pero ahora, por alguna injustificada y ridícula razón había dejado de dormirse, se concentraba en atesorar la imagen del tipo durante cada uno de los minutos que podía dormir. Ahora prefería mantenerse despierta, no porque se hubiera enamorado. No. Es que ahora se la están comiendo los celos por dentro, los celos de pensar que él también pueda entretener las siestas de otras.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

septiembre 3 de 2008, 10:15

Le contaron que el mundo se iba a acabar.
Que en 10 días, alguien había decidido hacer un ensayito de esos que pueden destruir el planeta.
y después del ataque de pánico obvio, porque por más escéptica que fuera, la idea terminar la vida en 10 días no era ni 5 de emocionante.
Sabía que tenía dos opciones.
Una era no hacer nada, creyendo que nda iba a pasar.
La otra era creer y hacer algunas de las mil cosas que tenía pendientes.
Como todas las suyas, tomó una decisión mixta.
No iba a creer, pero lo usaría como excusa.
Por primera vez en su vida no llegó a su casa a dormir, llego muy tempranito, a las 6 muy am, con la leche y el periódico.
Y se dió permiso de mirar más los pájaros cuando iba de camino a la ofi.
Prometió darle un abrazo a todos los de su familia.
Se prometió decir más las cosas que sentía, sobretodo las felices.
Ahora faltan solo 3 días para que de pronto se acabe el mundo y prometió que si eso no pasa, igual tratará de vivir más feliz, menos chiflada, menos quejosa.
El reloj corre hacia atrás...
Pero para ella la vida ha empezado a mirarla con otros ojos

martes, 2 de septiembre de 2008

Septiembre 1 de 2008, 11:18

Yo insisto que la vida aveces se sienta en el bordecito de la nevera a reirse de mí... Mueve los pies, como un niño inquieto y se rie, con una risita burlona y tonta, insoportable porque no es contagiosa.
Las decisiones se deshacen con una palabra, incluso con un gesto o con una mirada de esas que escudriñan, preguntan cosas que yo no quiero contestar. Y entonces, como por arte de una magia incómoda, todo cambia.
Yo no entiendo qué hay dentro de mí, quisiera saber que hay mas que un enredo de hilos, que un cruce de cables...
Perdón al mundo por mí, perdón por ser vicitma de las circunstancias.