martes, 30 de agosto de 2011

Agosto 30 de 2011, 1358

Dice la sicología, moderna o antigua, que somos el resultado de interacciones con el entorno y de los aciertos o desaciertos de los padres en la crianza.
Yo no soy madre y mucho podrán decir qeu todo lo que voy a escribir es un sartal de estupideces o un ataque pataletoso de una niña caprichosa y resentida.
Si cada uno de nosotros trae un montón de taras y rayas y complejos y compliques de cuenta de los desaciertos de sus padres (padre como genérico, no es una especificación de sexo masculino), entonces, ¿por qué nos quedamos sentados chillando sobre las culpas de nuestros padres en nuestras vidas?
Porque me cuidaban mucho o muy poco, porque me mimaron mucho o muy poco, porque les importaba mi vida en exceso o en lo más mínimo... siempre tendrán la culpa de algo o de mucho.
¿Por qué entonces no dejamos de quejarnos y hacemos cosas improtantes para nosotros mismos?
Creo yo, como mujer adulta, prometida actual y madre potencial, que deberíamos parar un poquito y evitar repetir las historias.
Yo, por lo menos, cuando tenga hijos, sólo les voy a prometer lo que pueda cumplir, no sea que se queden pensando en promesas incumplidas toda la vida.
Que puedan tener una vida cómoda, pero que aprendan también el valor de las cosas y el dinero.
Que si me odian, sea mientras crecen y por berrinche de no tenerlo todo, y al llegar a la edad adulta, hagan un alto y puedan decir: "mi mamá tenía razón"
Que seamos responsables por cuidar sus corazones, sus sentimientos, sus emociones... No sea que se la pasen por ahí diciendo que fuimos los primeros en romperles el corazón, o que si así son su padre/madre, qué pueden esperar de los hombres/mujeres de su vida...
Creo que ser papá o mamá no es una tarea sencilla, de serlo, todos estaríamos exentos de traumas de infancia y dolores de niñez, creo que es solo regirse por códigos de conducta y valores simples; respeto, tolerancia, amor, comunicación y sobretodo, por la responsabilidad que acarrea, enchufar el cerebro antes de actuar y la lengua antes de hablar.
En el oficio de ser padres, todo lo que se haga o diga puede ser, y será usando en nuestra contra.

Y esta es porque me recuerda mucho a mi mamá... Por alguna razón me persigue en situaciones medio absurdas...