martes, 17 de febrero de 2009

Febrero 17 de 2009, 1035

Anoche soñé que tenía un lobo.
Más bien, él me tenía a mí.
Estábamos juntos en una casa vacía, enorme. Parados en el balcón como esperando a álguien.
Mi lobo, porque era mío, o yo le pertenecía, no sé, insistía en morderme las manos.
Me sangraban las manos, me dejó llena de heridas y cortes.
Seguíamos eperando a alguien y se hizo de noche.
Después salió la luna, enorme y amarilla. Perfecta, preciosa.
No había más luz en ningún lado y solo quedamos ella, la luna, el lobo y yo.
Me desperté antes de saber si solo era un lobo o un licántropo que me atormenta en mis noches vacías.
esta noche lo convocaré otra vez.
De pronto me deja verle la cara.

3 comentarios:

Daniel Rivera Marín dijo...

APLAUSOS.

Campanula dijo...

wow no se por que, pero me produjo una tremenda ternura.
un abrazo

Julibelula dijo...

:D