domingo, 13 de julio de 2014

Julio 13 de 2014, 2005

Hace muchos, muchos años, copié algo que me gustaba, con tinta plateada y una plumilla, a la usanza antigua, creyendo que todo era tan elegante y romántico como podría serlo si se escribía así.
Y, al terminar, doblé el papel con mucho cuidado y lo guardé en mi billetera. Estuvo ahí mucho tiempo, dobladito y escondido.
Me gustaba creer que si se mantenía así, nunca podría hacerse realidad, así fuera real por existir y haberlo escrito alguien mas y escuchado millones de personas.
Aún permanece doblado, en una cajita con llave que hizo mi hermana hace años.
Lo había olvidado y solo hoy lo recordé.
Decía así:

https://m.youtube.com/watch?v=CKgRMn8DFt0

Julio 11 de 2014 23:51

Otra vez suena el despertador a la misma hora de todos los días.
Se levanta a hacer lo mismo de todos los días.
Y sale a caminar a hacer alguna vuelta de las de todos los días.
Ahora que nadie le habla se ha dedicado a escuchar conversaciones ajenas.
Miguel tómese un yogur.
A mí la que siempre me cuenta es esa amiga suya.
Yo lo que vi seguro era un muerto, eso parecía un bulto envuelto en unas sabanas de flores.
Y llega la noche, soledad acompañada.
Se desviste para nadie como todos los días.
Y se duerme, esperando que mañana sea un día distinto a todos los días.
Pero sabe que no.
Hay cosas que nunca cambian.

jueves, 3 de julio de 2014

Julio 3 de 2014, 1007

Despojarse de afectos, porque afectan.

martes, 7 de enero de 2014

Enero 7 de 2014, 1842

Los ciclos... Los benditos ciclos...
Trasteo 13 en 13 años.
Volver a la casa con el alma intacta y la mirada distinta.
Se me inscribieron, en lo mas profundo del recuerdo, el sonido del tren a las 9 y a las 4, los tamales de panadería, la delicia de vivir a menos de 20 grados, los mas hermosos ojos azules de mi pequeño mastodonte, los atardeceres de Usaquén, esta ciudad que es disque mía pero no.
Con el cansancio gratuito del trasteo y las reparaciones, con la ansiedad de que sea domingo pero no todavía, con las ganas de irme y también las de quedarme aunque sea de fantasma, empiezo a despedirme de Bogotá. La que se va a quedar en mi recuerdo, la de la Candelaria, la ciudad donde habitan los que nunca estuvieron, los que llegaron y se quedaron, los que llegaron y se fueron y los de para siempre.
Disfruto uno de mis últimos aguaceros...
El silencio de la noche amenazante.

martes, 13 de agosto de 2013

Agosto 13 de 2013

Uno si es bien marica en la vida...
Perdiendo el tiempo con la gente que ama por trabaja r como un loco frenético para gente que lo puede reemplazar en veinte minutos,
Dejando de llamar a la gente que extraña con excusas pe dejas de ocupaciones superfluas,
Dejando pasar el tiempo y el espacio y dándoles permiso para que se traguen momentos hermosos porque los ciclos se cierran y la gente se va.
Hoy estoy ofendida conmigo por no llamar a alguien cuando me dieron ganas y, hoy que está muerto, ya no le puedo dar las gracias por todas las sonrisas que me sacó y las piedras que me hizo dar y las mil lecciones que me enseñó entre regaños y chistes.
Yo quiero estar mas pendiente de la gente que quiero, para que no me queden remordimientos cuando ellos o yo nos tengamos que ir.
Estoy triste y mas nostálgica que antes, sabiendo que nadie me va a volver a preguntar si hice el bachillerato por radio.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Noviembre 29 de 2012, 1531

Me despierto, con la respiración entrecortada y bañada en sudor.
Por un instante me cuesta reconocer mi habitación y mis cobijas.
Estoy bien, creo.
Necesito un vaso de agua.
Hace un calor indecible... Y según el termómetro estamos a 7 grados Celsius...
Otra vez...
Otra noche de pesadilla, de calor infinito...
Voy a la cocina y no necesito ver nada, me se el corredor de memoria y no dejé ningún objeto, que pueda convertirse en trampa mortal, en el camino.
Pero algo se mueve con rapidez entrando a la cocina...
Me quedo inmóvil. Será mi imaginación, sumada a la turbación de la pesadilla, y mi profunda miopía, que todas combinadas, tratan de darme un mal rato?
Decido entrar corriendo a la cocina.
Me tropecé, hay un bulto oscuro e informe en el suelo, veo poco, pero... se mueve...

jueves, 18 de octubre de 2012

Octubre 18 de 2012, 1530

Tengo como formación, por ser hija y hermana de las mujeres mas rosadas y cursis que conozco, el maldito vicio de pensar demasiado. 
Tal vez porque soy mujer las ideas no paran de dar vueltas en mi cabeza. que envidia me dan los hombres que pueden aquietar la mente y dejarla en silencio.
Pero yo no puedo. Pienso en el antes, el durante y el después de todo, todo el tiempo.
Me enerva terriblemente la idea de pensar en el ocio como algo productivo. El ocio para mí es dormir o ver tele, pero mientras tanto pensar en qué voy a hacer más tarde. 
Pensar y pensar y pensar. Arreglar, ordenar, hacer planes y proyectos que muchas veces se quedan en planes y proyectos.
Este año me ha obligado a la quietud física. Pero la quietud mental... Ah que bueno sería encontrarla.
Mil trescientas diez y siete cosas me asaltan por minuto. 
Este pensar en mañana, en que todo se solucione, en que por fin sepan qué van a hacer conmigo los cuatro doctores que llevan mi caso de síntomas recurrentes y tediosos, que no tienen origen aparente hasta ahora, en la próxima cita, en el exámen escabroso que sigue, o no tan escabroso pero que podría solucionar mil cosas...
Y sigo pensando...
Pero no hago mayor cosa.
Me prometo escribir más, leer más, terminar la bufanda azul que está cansada de recoger mugre encima de mi mesa de noche, sonreir mas, hablar mas con mis amigos, o escribirles o leerlos y dejarles una nota en el blog...
Pero no hago nada...
Hace mil años que no entraba acá a leer, a escribir, sigo teniendo sueños cienmetrográficos, como dice Don Moscardón, pero no los escribo, y pesadillas horrendas que me sacan de la calma deliciosa de las noches, donde no pienso, donde nada duele y solo tengo que yacer vegetal entre las cobijas.
No sé... Seguiré pensando, y tratando de hacer mas, por lo menos mas allá de la maravilla de mi mente.