martes, 30 de junio de 2009

30 de Junio de 2009, 1606

Yo no sé por qué extraña razón la felicidad es tan difícil de entender.
En este momento y desde hace varios días, estoy feliz.
Pero también tengo miedo de estar feliz.
Todo está saliendo tan bien... demasiado bien, tal vez, para mí que llevo un buen rato con todo patas arriba.
Estoy recibiendo lo que había pedido cada noche, con toda la fé del mundo y, sobretodo, con toda la calma.
Ahora me habitan lucecitas móviles en la panza, que conviven con un agujero negro que intenta sorberme las entrañas cada vez que se le da la gana, cada vez que un sonido, una imagen o un contacto específico aparecen.
Y la sensación es rica y, hasta donde he podido entender, mutua.
Mi empleo me encanta, pero me asusta no dar la talla, defraudar a mi jefe y al súper jefe y a la compañía. Pero sobretodo a mí misma.
Por qué pueden vivir juntos la felicidad y el miedo?
Se sientan a la mesa a mirarse feo, a ver quién gana más terreno, a ver quién es más fuerte.
Yo no sé, solo se que quiero que la felicidad y sus causantes duren mucho tiempo y podamos sacar a este man tan malaclase de la casa.

2 comentarios:

Tata dijo...

Y el tiempo pasa... y seguimos siendo las mismas ninas sencibles y miedosas...
Disfruta la felicidad y los buenos tiempos... puede q no duren para siempre, pero son Eternos Mientras Duran... nosotras mas q nadie sabemos lo corta q es la vida... pero tambien sabemos como saborearla hasta la ultima gotita... Recuerda siempre quien eres, lo que vales y de que estas hecha... y si se te olvida no te preocupes aqui estoy yo para recordartelo, de ser necesario a los gritos!!!

Julibelula dijo...

No sé por qué pero ese comentario me hizo sentir como de 16 años otra vez... muchas cosas últimamente me hacen sentir medio adolescente :S