Esta mañana, cuando amaneció, tenía la certeza profunda y absoluta de haber dormido acompañada.
Tenía un olor inconfundible, característico, en mis manos, en mi pelo, en mi cuerpo.
El sabor de una piel mil veces besada, permanecía, remanente, en mi lengua.
Al abrir los ojos, y despertar por completo, supe que no era más que un sueño.
Ah!, que ganas tengo de que se haga realidad...
5 comentarios:
Ojalá así sea!
Juguito Gracias!!! Muack! Besos de libélula
Tranquila si yo encontre a alguno tu tambien no pierdas nunca la esperanza.
Ya casi se realiza juli, los sueños son el precedente de la realidad.
un abrazo
Fogosa, mil gracias por pasarte por debajo de la piedra corazón... Gracias por tu buena fé y respecto a la esperanza, tienes razón, nunca hay que perderla.
Clau, ojalá!!! Ya es hora!!!
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