Alguien se ha robado mi deseo.
Se lo llevó en la maleta. Nunca pensé que pudiera ser sacado de mi casa, de mi cama, de mi cuerpo y poseerse como objeto precioso, preciado, ajeno.
Aún así, yo se que no sabe que lo tiene, que le acompaña tal vez a todas partes, pegado a su piel, persiguiendo su olor para mantenerse vivo.
Yo sigo acá, a muchos kilómetros de distancia, sabiendo que lo trata bien y esperando, que algún día regrese y me lo traiga de vuelta.
5 comentarios:
Desde que esté en buenas manos...
Saludos.
ya llegará
Juguito, eso espero!!!
Moscardón, Dios te oiga...
¡No lo creo! ¿Sabias que es un ladrón de sueños?
Tauromáquico, gracias por pasarte por debjao de la piedra corazón. Eres bienvenido cuantas veces quieras.
¿¿¿no crees que me lo traiga de vuelta??? Bueno, entonces que me lo mande con álguien mas!!!
Hasta razón tienes con lo de ser un ladrón de sueños...
Publicar un comentario