Cuando te veo, me da una sensación rarísima debajo del ombligo.
Y te imagino muy cerquita, donde pueda olerte y tocarte con las pestañas.
Y me muero de las ganas de meterte muy adentro de mí, sentirte así, prisionero de mi deseo, compañero de mi deseo, dueño de mi placer.
Y abro los ojos, me muerdo los labios y me quedo en silencio. Pero que me da una sensación rarísima debajo del ombligo cada vez que te veo, me da.
miércoles, 10 de febrero de 2010
martes, 2 de febrero de 2010
Febrero 2 de 2010, 1644
En este pueblo, cuando álguien muere, doblan las campanas.
Ese sonido me arruga el alma, me da un poquito de miedo y como si se me oscureciera la alegría por un instante. Da igual si el muerto es o no conocido. La sensación es la misma.
Cuando pasa el cortejo fúnebre, la plaza enmudece. Ni una canción, ni un murmullo, ni un niño corriendo tras un balón. Las palomas suspenden su vuelo en el aire y los perros se ahogan con un ladrido atravezado en el hocico, como un hueso de pollo.
Por qué cuando a alguno se le muere el amor en el pecho, ¿no doblan las campanas?, ¿ni suspenden su vuelo las palomas?, ¿ni se ahoga un ladrido en el hocico de los perros del parque?
Ese sonido me arruga el alma, me da un poquito de miedo y como si se me oscureciera la alegría por un instante. Da igual si el muerto es o no conocido. La sensación es la misma.
Cuando pasa el cortejo fúnebre, la plaza enmudece. Ni una canción, ni un murmullo, ni un niño corriendo tras un balón. Las palomas suspenden su vuelo en el aire y los perros se ahogan con un ladrido atravezado en el hocico, como un hueso de pollo.
Por qué cuando a alguno se le muere el amor en el pecho, ¿no doblan las campanas?, ¿ni suspenden su vuelo las palomas?, ¿ni se ahoga un ladrido en el hocico de los perros del parque?
viernes, 29 de enero de 2010
Enero 29 de 2010
Esta mañana, cuando amaneció, tenía la certeza profunda y absoluta de haber dormido acompañada.
Tenía un olor inconfundible, característico, en mis manos, en mi pelo, en mi cuerpo.
El sabor de una piel mil veces besada, permanecía, remanente, en mi lengua.
Al abrir los ojos, y despertar por completo, supe que no era más que un sueño.
Ah!, que ganas tengo de que se haga realidad...
Tenía un olor inconfundible, característico, en mis manos, en mi pelo, en mi cuerpo.
El sabor de una piel mil veces besada, permanecía, remanente, en mi lengua.
Al abrir los ojos, y despertar por completo, supe que no era más que un sueño.
Ah!, que ganas tengo de que se haga realidad...
martes, 19 de enero de 2010
enero 20 de 2010, 2123
Caen, melancólicas, las flores rosadas
del guayacán.
Debajo, tímidas, surgen hojas nuevas.
del guayacán.
Debajo, tímidas, surgen hojas nuevas.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Diciembre 10 de 2009, 1719
Anoche, mientras la oscuridad iba haciéndose la dueña absoluta de la montaña y las nubes, tus ojos resplandecían, para mostrarme el camino a casa.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Diciembre 5 de 2009, 1210
Paulie se ha comprado un taladro percutor, perfecto para mujere que no tienen mucha fuerza física, pero sí inventiva.
Se está consiguiendo una broca hecha de paciencia, otra de creatividad y una tercera de ingenio.
Su príncipe sapo tiene el corazón resguardado debajo de una capa de titanio, hecha de dolores antiguos y miedo.
;)
Se está consiguiendo una broca hecha de paciencia, otra de creatividad y una tercera de ingenio.
Su príncipe sapo tiene el corazón resguardado debajo de una capa de titanio, hecha de dolores antiguos y miedo.
;)
sábado, 28 de noviembre de 2009
Noviembre 27 y 28 de 2009, 0731
-Mirá, acá está la camiseta que dejaste el otro día.
-La lavaste? Que hermosura!!!
-Sí, ya empezaba a fastidiarme verla sucia en el sillón...
-¿Sabes una cosa? Me imagino que mientras la lavabas recordabas muchas cosas, tal vez las mismas que yo recordaba cuando la extrañaba...
Por eso los guerreros cuando se iban a batalla, le dejaban un pañuelo a su dama y ella les daba algo con su olor. Así, en la mitad de la lucha, recordaban el amor, lo hermosa que estaba la última vez que la vieron...
-Y encontraban un motivo para volver vivos, ¿no?
-Sí, y acá estoy.
-La lavaste? Que hermosura!!!
-Sí, ya empezaba a fastidiarme verla sucia en el sillón...
-¿Sabes una cosa? Me imagino que mientras la lavabas recordabas muchas cosas, tal vez las mismas que yo recordaba cuando la extrañaba...
Por eso los guerreros cuando se iban a batalla, le dejaban un pañuelo a su dama y ella les daba algo con su olor. Así, en la mitad de la lucha, recordaban el amor, lo hermosa que estaba la última vez que la vieron...
-Y encontraban un motivo para volver vivos, ¿no?
-Sí, y acá estoy.
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