Paulie no pierde la fe, aunque Jossie le diga que está gastando pólvora en gallinazos.
Paulie se está dando permiso de soñar, despierta, porque dormida no se acuerda.
Jossie la mira con pesar y con risita, segura de que esta vez será igual a todas.
Paulie se mira horas al espejo buscando hallar el rasto, la explicación a todas sus preguntas.
No la encuentra, pero sigue guardando las esperanzas, vivas, para ella.
6 comentarios:
Me gusta esa actitud. Esa de no perder las esperanzas, de soñar sin dormir.
Vamos Paulie!!
Paulie no puede perder la fe, aunque el mundo espere lo contrario, seria peor para el mundo perder a Paulie.
un abrazo
Amo a las McAllister, tan parecidas y tan distintas y tan parte de una sola persona:
Gracias Clau, gracias Juguito, Siempre tan bonitos escribiendo cuando vienen por acá.
Me perdí, y eso que es corto tu relato; aunque me gusta la mecánica de tu prosa, eso de estar poniendo frases cortas anda bien. Suerte.
creo que tiene más posibilidades de sorprenderse Paulie... aunque de cuanto en tanto gallinazos aparescan, debe quedar algo bueno de todo eso...
saludos julibelula! Están cheveres este par de escritos! :)
Basurero, a veces yo también me pierdo en mis propias letras... En este en particular toca leer los otros de las McAllister para entender qué pasa. TE invito a darte un paseíto por las entradas más antiguas.
Isabela, saludos a tí también. Paulie es feliz con los gallinazos, y los príncipes sapos,
la entretienen y la mantienen viva.
A los dos, mil gracias por pasarse debajo de la piedra corazón!
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