miércoles, 19 de octubre de 2011

Octubre 19 de 2011, 1726

Anoche, al apagar la luz, mi habitación se fué llenando de fantasmas.
Todos ellos venían por algo que creyeron les había pertenecido alguna vez. Llegaron reclamando mi cuerpo y mi deseo. Y uno a uno se fueron yendo con una despedida, las manos vacías y el deseo intacto.
4 valientes vinieron a disculparse. Se fueron con el alma grata y la sensación de calma en sus ojos vacíos.
Ya no es tiempo, se pasó la hora y el momento.
Ahora sí le pertenezco a álguien, al que se quedó para siempre. Al hombre con el que me voy a casar el 13 de noviembre, a las 4 de la tarde.

2 comentarios:

moscardon diesel dijo...

bella historia, ya no hay fantasmas que te asusten, mejor aun que hayan sido unos caballeros y hayan aceptado tu destino y tu felicidad

Anónimo dijo...

¡Caramba, te casas!
¡Felicitaciones!