sábado, 24 de julio de 2010

Julio 24 de 2010, 1111

Hubo un hombre perfecto en la cama, pero perfecto no solo en la mía.
Otro amaba a los árboles más que a sí mismo, por ende más que a mí.
Uno era muy buen conversador, con él mismo. Monólogo perpetuo.
Uno encontró en mí la felicidad, pero se quedó con ella que es la seguridad.
Uno ama tanto la música, que se fue con una flautista mágica, porque yo no supe ser musa adecuada.
Y otros tantos que han pasado de largo por acá, no han sabido ver más allá de lo visible.
Tal vez podría hacer un collage con todos y sacar lo que me gusta de cada uno, crear uno completo de mis otros incompletos.
¿Será que me dan permiso de jugar al Doctor Frankenstein?
¿Será posible hacer un chico de retazos?
Mientras me invento la máquina y porciono a mis ex, me voy a sentar a esperar, dejándome sorprender… Quién sabe y en una de esas…

2 comentarios:

moscardon diesel dijo...

poco a poco uno termina siendo un frankenstein, aunque no quiera

Julibelula dijo...

Será que tal vez buscamos pedazos en varios y los disfrutamos en varios? sin necesidad de convertirlo en uno solo?