miércoles, 28 de julio de 2010

Julio 28 de 2010 0845 (parecen las 0600)

La lluvia furiosa golpeó mi techo... Poseedora de un látigo infinito, envidiable, anoche recordó su poder. Un poder que no ha dejado de manifestarse con derrumbes, inundaciones y mil desastres mas.
Anoche, una plabra, pequeñita, pero poderosa, borró el sonido de la lluvia furiosa y la convirtió, tal vez, en un cántico, más aún en una oración de agradecimiento, de alegría y felicidad infinita...
Hoy no hay sol, o por lo menos no se le ve mucho por acá, y hace frío, pero mi corazón tiene una pequeña lucecita brillante y cálida.
Si la gente supiera cuánto se le puede regalar a los demás con una palabra amable, cuánta felicidad se puede brindar con una palabra dulce...

2 comentarios:

Daniel Rivera Marín dijo...

July me encantó. Qué buen inicio, excelente reflexión, UN abrazo!!!!

Campanula dijo...

así comenzó uno de mis cuentos
¨Dicen que no hace mucho tiempo, en un lugar muy cercano lleno de príncipes, princesas y dragones; existieron un príncipe y una princesa que diferían del resto por su color. él era Naranja a diferencia de sus colegas tan comúnmente de color azul y ella era rosa a diferencia de sus compañeras tan comúnmente faltas de color.¨
pero aun no le encuentro el, había una vez, ni el vivieron felices para siempre.
un abrazo